Importancia de la propiocepción para el control motor: implicaciones en la rehabilitación para la Enfermedad del Parkinson (parte I)

2015-12-21    |    Artículos, Parkinson

Cada vez más la evidencia científica observa la perdida de capacidades sensoriales que impactan directamente en las capacidades motoras. El artículo científico al que vamos hacer referencia esta vez es el de Jurgen Konzack y sus colaboradores de la Escuela de Kinesiologia de la Universidad de Minesota,  Mineapolis (EUA) [i]. En esta revisión se exponen los siguientes puntos:

1.       Examinan cómo se altera la sensibilidad propioceptiva en los pacientes con Enfermedad de Parkinson (E.P)

2.       Se discute sobre cómo la alteración de la sensibilidad propioceptiva puede provocar los problemas motores de la E.P.

3.       Presenta las relaciones que existen entre la propiocepción y las alteraciones del equilibrio en la E.P.

4.       Finalmente discute sobre la influencia de la L-Dopa en la alteración de la propiocepción.

Este mes os comentaremos el punto 1 y 2 en los meses siguientes encontrareis desarrollados los demás puntos.

La cinestesia es la capacidad consciente que tenemos de nuestro cuerpo, de su posición y de su movimiento en el espacio; esto comprende tanto la consciencia de los movimientos pasivos (los que nos hacen los demás), los movimientos activos (que hacemos voluntariamente) y el sentido del peso de nuestro cuerpo y extremidades. El termino propiocepción para estos autores se refiere a las sensaciones de las señales que provienen de nuestro cuerpo para poder controlar nuestros movimientos como caminar, estar en equilibrio, coger un objeto y esto es la base de la cinestesia. La alterada propiocepción en algunos pacientes hace que se alteren los movimientos con precisión, el equilibrio o el control de la marcha. La lentitud de los movimientos o más conocido como bradicinesia es debido a las conexiones neuronales entre los ya conocidos Ganglios Basales y la corteza superior. Más del 40% de los pacientes diagnosticados de E.P tienen alteraciones cinestesicas aunque les hayan pasado un examen neurológico normal. Estudios realizados por (M.Maschke 2003[ii]) donde los sujetos con E.P se encontraban con los ojos cerrados (para valorar la alteración propioceptiva se realizan todos los estudios con los ojos cerrados) debía de identificar varias posiciones de los brazos  en el espacio. Los resultados determinaron que tienen mayor dificultad los E.P respecto al grupo control o que los afectados de E.Huntington. En otro estudio (Konczak y col 2007) detectaron que los pacientes con E. P necesitaban mayor desplazamiento de sus extremidades para identificar el movimiento respecto al grupo control sano. Durante los ejercicios que realizamos en el gimnasio el paciente se encuentra en algunas ocasiones con los ojos cerrados o sin poder ver por ejemplo lo que se le pide para poder activar la propiocepción y ejercer un mayor control del movimiento consciente. Otro aspecto cinestesico alterado en la E.P que han descubierto los científicos es la dificultad para sentir el peso del cuerpo y de los objetos. El peso de los objetos se mide con la presión que ejerce el objeto al contacto con la piel de nuestro cuerpo como por ejemplo un objeto que sostenemos con los dedos de la mano. Los pacientes con E.P manifiestan sentir mayor peso respecto a un grupo control sujetando el mismo peso (Maschke, Tuite y col 2006). [iii] Foto 1


En este ejercicio el fisioterapeuta coloca un peso encima de una plataforma redonda que el paciente mantiene entre el pulgar y el dedo índice. El paciente tiene que reconocer con los ojos cerrados donde se encuentra el peso entre las 4 posibles opciones que vemos marcadas en negro. Las diferencias de la sensación propioceptiva de la presión entre el índice y el pulgar deberán ser la guía para que el paciente resuelva el problema. Este ejercicio sirve para mantener la presa dinámica de la mano con los objetos.

Los déficits propioceptivos y cinestesicos se han identificado en fases muy tempranas de la enfermedad y muchas veces son inapreciables por los protocolos estándar de valoración. A la larga estas alteraciones preceden las más evidentes alteraciones motoras y un abordaje rehabilitador que mantenga activas estas capacidades propioceptivas y cinestesicas, pero sobretodo que las haga conscientes en el sujeto, es fundamental para que pueda gestionar las alteraciones motoras que se manifiestan en la enfermedad. En rehabilitación neurocognitiva o Método del neurólogo C.Perfetti todos los ejercicios se caracterizan por hacer consciente la sensación del cuerpo durante los movimientos que permiten modificar alteraciones motoras como la postura, la secuencia de la marcha o el bloqueo.

Para más información sobre el tema pueden contactar directamente con el autor:

Elia Gonzalez Roch email: eliagroch@centroperfetti.com                                                                    

BIBLIOGRAFÍA

[i] Jurgen Konczak , Daniel M. Corcos, Fay Horak, Howard Poizner, Mark Shapiro, Paul Tuite and col.  Propioception an motor control in Parkinson disease. Journal of motor behavior. Vol. 41, No. 6, 2009

[ii] Maschke, M., Gomez, C. M., Tuite, P. J., & Konczak, J. (2003). Dysfunction of the basal ganglia, but not the cerebellum, impairs kinaesthesia. Brain, 126, 2312–2322.

[iii] Maschke, M., Tuite, P. J., Krawczewski, K., Pickett, K., & Konczak, J. (2006). The perception of heaviness in Parkinson’s disease. Movement Disorders, 21, 1013–1018. 



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