La neuropsicología es una disciplina dentro del campo de las Neurociencias que estudia la relación entre la conducta y el cerebro, entendiendo este último como el conjunto de funciones cognitivas que nos permiten funcionar en nuestro día a día.
Entre los principales procesos cognitivos encontramos la memoria (clasificada según corto o largo plazo, declarativa o procedimental, verbal o visual, etc.), la atención (sostenida, selectiva, focalizada), funciones ejecutivas (englobando procesos como la flexibilidad cognitiva, planificación, resolución de problemas, etc.), habilidad visoespacial (definida como la capacidad para representar, analizar y manipular un objeto mentalmente), el lenguaje, la velocidad de procesamiento (que establece la relación entre la ejecución cognitiva y el tiempo invertido en realizar una tarea) o la lectura y escritura, entre otras.
Hay multitud de causas que pueden afectar en mayor o menor medida a cualquiera de estas funciones y producir un rendimiento cognitivo deficitario en el paciente. Por lo tanto, el papel del Neuropsicólogo será el de evaluar dichas funciones mediante test estandarizados y observación clínica, estableciendo un diagnóstico y un plan de tratamiento (de estimulación o rehabilitación) de aquellos problemas cognitivos, conductuales y emocionales producidos por una patología subyacente.
Las patologías más comunes que se tratan en una consulta neuropsicológica se dividen según:
Por último, también son frecuentes aquellos pacientes que desean realizar una revisión de la memoria; habitualmente, en estos casos se observan solamente los cambios normales que suceden en el sistema cognitivo producto del envejecimiento, pero en otros puede resultar un aviso temprano del inicio de un deterioro cognitivo leve o la fase primaria de una demencia.
Las visitas a la especialidad de Neuropsicología engloban varios aspectos a tener en cuenta.
Se realiza una primera entrevista con el paciente de unos 20 a 30 minutos, donde se analiza el inicio y progresión de los déficits, los cambios que ha supuesto en la vida diaria y las dificultades que percibe la propia persona.
A continuación, se realiza una batería de pruebas neuropsicológicas con el objetivo de detectar los déficits del paciente. Estas pruebas se llevan a cabo en base a la edad y escolaridad de la persona, así como según la entrevista realizada previamente. Habitualmente, la exploración cognitiva dura alrededor de una a dos horas y se estudian las siguientes áreas: orientación temporoespaial, atención (selectiva, sostenida, dividida y alternando), memoria verbal y visual, funciones ejecutivas, lenguaje (comprensión y expresión), velocidad de procesamiento, praxis y capacidades visuoperceptivas.
Al finalizar la evaluación, según la semiología detectada y si se considera necesario, se entrevista a los familiares que la acompañan, ya que aportan otro punto de vista sobre el inicio de la patología y cómo afecta a la vida diaria del paciente.
Terminada esta parte, se realiza el diagnóstico cognitivo y se pueden seguir dos vías complementarias o independientes:
Las visitas a Neuropsicología orientan a detectar las dificultades cognitivas de la persona que acude a consulta, realizar un buen diagnóstico y establecer un plan de intervención terapéutica con el objetivo de mejorar y potenciar al máximo la calidad de vida del paciente.
Colegiada nº 15165 (Licenciada en Psicología por la Universidad de Barcelona 2005)
Máster en Neuropsicología y Neurología de la Conducta
Acreditada como Psicóloga General Sanitaria por la Generalitat de Catalunya
Acreditada como Experta en Neuropsicología Clínica, por el COPC