SERVICIO DE SOPORTE FAMILIAR

 

Cuando sobreviene una lesión cerebral, la familia tiende a volcar todo su tiempo y esfuerzo en la atención de la persona afectada, y así debe ser, pero es importante gestionar esa situación de forma sostenible en el tiempo, así como buscar ayuda profesional que les oriente en el proceso para prevenir problemáticas personales y familiares muy frecuentes.

Con la patología llegan cambios en las relaciones familiares paterno filiales, de pareja… que necesariamente tienen que acomodarse a nuevos roles que puede derivar en conflictos. También son inevitables cambios en el contexto económico y en el entorno del hogar que debe adaptarse a la nueva realidad y que conllevan habitualmente una pérdida del confort habitual de la familia. Se truncan los contactos sociales habituales, con el peligro de aislamiento social que debería evitarse. Y como éstos muchos más cambios a los que hacer frente y acomodarse.

Con todo ello, nuestra experiencia hace evidente que no sólo el paciente necesita apoyo psicológico para hacer frente a la nueva realidad, si no que la familia y en especial el cuidador principal necesita ayuda para gestionar todos los cambios, que en ocasiones viene sumada a otros problemas, dolencias o patologías previas ya existentes.

 

Sesión de soporte a familiar y cuidador principal de un paciente con ICTUS

 

La situación de responsabilidad del cuidador principal familiar alargada en el tiempo es insostenible, la llegada de la ayuda profesional va de la mano de tiempo para el cuidador, que necesita oxigenarse para poder ofrecer calidad en sus cuidados. Pues si no se atiende debidamente puede aparecer el llamado burnout del cuidador, que es un síndrome producido por el estrés crónico continuado. Dicho síndrome se da en el día a día al enfrentarse a la enfermedad de la persona cuidada, que implica tareas monótonas y repetitivas, produciendo en el/la cuidador/a una sensación de falta de control, pudiendo incluso agotar las reservas físicas y psicológicas de la persona.

Los síntomas más frecuentes de sobrecarga del cuidadorfamiliar son:

  • Actitudes y sentimientos negativos hacia la persona enferma a la que se cuida
  • Desmotivación, frustración o bajo estado de ánimo
  • Trastornos psicosomáticos como: ansiedad, cefaleas, lumbalgias, trastornos gástricos e intestinales…
  • Fatiga y agotamiento
  • Irritabilidad y cambios de humor frecuentes
  • Comportamientos ineficaces a la hora resolver problemas
  • Agobio continuado sintiendo que la situación le desborda

La premisa para el cuidador principal es básica, prevenir cuidándose a sí mismo para cuidar mejor a su familiar. Un cuidador con apoyo emocional, un buen descanso y ocio satisfecho tendrá más energía y utilizará mejor sus recursos físicos y psicológicos para cuidar mejor a la persona dependiente.

El objetivo del servicio de soporte familiar es ofrecer apoyo al cuidador familiar, facilitando información sobre la patología sobrevenida, pautas sobre qué hacer y qué intentar alcanzar, atendiendo a sus necesidades emocionales y facilitándole instrumentos y técnicas para atender a la persona dependiente.

Hacer frente a una situación nueva y sobrevenida como un ictus, una parálisis facial, un TCE, o el diagnóstico de una enfermedad neurodegenerativa como el Parkinson o la Enfermedad de Alzheimer son situaciones que hacen emerger necesidades distintas para la familia en todos sus ámbitos, que pueden mejorar con el apoyo psicológico de un especialista en enfermedades neurológicas.

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